Palabras de la profesora Graciela Raffo

 

Fue hacia mediados de la década del 90’ que tuvimos la suerte de ser sus alumnas, época para muchos especial, áurea, del profesorado de portugués en el Lenguas, con muchos alumnos yendo y viniendo, intercambiando, apareciendo con mucha visibilidad nuestra lengua en la vida de la institución, dándole entre todos forma a un sueño. Inolvidables profesores, congresos, jornadas, proyectos e por aí vai…

Los martes a la tarde era el turno de Análisis del Discurso con el profesor Carlos Luis. Sabíamos de la importancia de la materia en nuestra formación y nuestros sentires fluctuaban entre la incertidumbre ante lo nuevo y el desafío de aprender. No sabíamos entonces en qué medida los objetivos iban a sobrepasar los límites del programa de una materia.

Así, con la orientación de nuestro profesor, fuimos hilando el entramado con las hebras más diversas, desde las más específicas y académicas hasta aquellas a las que la espontaneidad de la clase nos iba marcando con su paso. Los deícticos, los problemas de la enunciación y la intertextualidad eran compatibles con conversaciones sobre la cultura brasileña, escritores, músicos, qué buena la década del sesenta, qué habrá sido de la vida de Geraldo Vandré? Te acordás? Sí, claro… y “al toque” alguien aportaba un dato, después acercaba un material e por aí vai…

No escapa a la memoria el segundo parcial de la materia donde vimos en la hoja impresa con “estupor” de estudiantes que el profesor nos había reservado un análisis sobre A terceira margem do rio, de Guimarães Rosa, ¡nada menos! Sufrimos un poco pero salimos airosas y el texto entró en nuestras vidas para siempre, enriquecido, con una nueva visión. Es curioso, y a lo mejor no es casual, recordar A terceira margem… en esta circunstancia, y con una referencia a este texto cierro estas breves palabras para Carlos, profesor que honró nuestra casa con su saber académico, su saber ser docente, su saber compartir con los que fuimos sus alumnos, su honestidad.

Carlos Luis no es de aquellos profesores que “encalcam o chapéu e dizem adeus para a gente” ya que tiene mucho para andar todavía y “socorrernos” con su conocimiento y experiencia cuando lo necesitemos, porque tengo la certeza de que él navegará siempre “nessa água que não pára, de longas beiras... rio abaixo, rio a fora, rio a dentro”,… e por aí vai...

 

¡Gracias profesor!

                                               Graciela Raffo

Octubre 24 de 2008